13. nov., 2018
DURAN, EL LOBO BLANCO (In memoriam)
24 de junio de 2017
Es un post difícil
de escribir el de hoy, de los perros que he ido amadrinando, contigo querido Duran, ha sido la primera despedida de un viaje tras el que no te esperaba una familia a la llegada.
Este viaje tiene otro destino, el propio Universo.
Sabes? te recuerdo en el último chenil de las viejas instalaciones, pegando vigorosos saltos ante nuestra incomprensión, tu inseguridad, tus miedos, tu desconfianza y ese tamaño cual lobo blanco que pesaron más que tu belleza.
Y
no, no llegó la oportunidad de una familia.
Me quedo tranquila, en tus 3 últimos días has disfrutado de las atenciones, comodidad de una camita y del ventilador en este mes caluroso en el piso con Cristina; quizá ya no hayas escuchado a Carlos decir “yo también quiero irme así, sin darme cuenta, con aire acondicionado y con la persona que me quiere a mi lado rodeado de cariño”.
Porque grandullón, os quiero como si llevarais un microchip a mi nombre.
Buen viaje, mi gran lobo blanco.
(no quería
perder esta reflexión sobre la despedida de un perro sin hogar por eso la he recuperado y conservado aquí)